Inventado por papá, escrito por Sara.
Había una vez una señora que se llamaba Juana.
Juana tenía dos hijos: Juancito y Juanita.
Trabajaba planchando ropa y la gente le traía la ropa a su casa.
Juanita iba a cuarto grado y Juancito a tercero y cuando volvían a su casa, siempre le preguntaban: –Mamá, ¿te podemos ayudar?- pero su mamá les contestaba: –Ustedes vayan a jugar, este es mi trabajo –. Ellos insistían: –Tenés que tomarte un descanso-.
Así que un día, cuando volvieron de la escuela, pensaron: –Vamos a ayudar a mamá. Les vamos a preguntar a los vecinos si podemos barrer su vereda o limpiarles los vidrios-.
Así que tomaron rápido la leche y le dijeron a su mamá que iban a jugar a la plaza pero, en realidad, fueron a barrer las veredas y limpiar los vidrios.
Después, un poco más tarde, volvieron a la casa con $15 y la madre les preguntó: -¿De dónde sacaron toda esa plata?-, y los niños respondieron: –Les fuimos a limpiar la vereda a los vecinos para ayudarte con la plata-. La madre respondió: –Yo se que ustedes me quieren, y me quieren ayudar, pero ustedes tienen que aprovechar de ser niños, porque cuando sean grandes van a tener que trabajar y no van a poder jugar. Ya me voy a tomar unas vacaciones-
Y así fue. Los niños aprendieron y, otro día, los tres se fueron de vacaciones y vivieron muy felices.
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